Alicia Almira, una mujer de 31 años, ha dedicado la última década a transformarse en una muñeca Barbie humana, un viaje que le ha costado aproximadamente $200,000. Su metamorfosis radical ha alterado por completo su apariencia de lo que alguna vez fue.

Alicia soñó con encarnar la estética de Barbie desde que tenía nueve años, pero no fue hasta que cumplió 21 y se mudó a Londres después de dejar su trabajo en relaciones públicas que se comprometió plenamente con su aspiración.

A lo largo de los últimos diez años, Alicia ha pasado por una serie de cirugías y procedimientos. Su transformación incluye múltiples aumentos de senos, rinoplastia, rellenos en varias partes de su rostro como frente, ojos, mejillas, mandíbula y labios, inyecciones de Botox y hilos PDO. También ha tatuado extensamente su pecho y torso, ha dejado crecer sus uñas hasta triplicar su longitud original y mantiene un bronceado constante junto con extensiones de pestañas.

Alicia ve su transformación como un viaje continuo. Declaró: “Siempre me ha atraído lo extremo. Algunas personas piensan que estoy loca, pero no me arrepiento de las cirugías. De hecho, quiero que mis senos sean aún más grandes en el futuro. Aspiro a lograr el aspecto más plástico posible e inspirar a otras chicas a hacer lo mismo.”

Criada en una familia tradicional, Alicia se adhirió a los looks convencionales hasta que comenzó la universidad en Copenhague a los 18 años. Sus primeros pasos hacia la transformación comenzaron con tatuajes, pero su deseo de cambios más drásticos creció con el tiempo. A los 25, ahorró £3,500 para sus primeros implantes de senos, aumentando su talla de copa de D a J, a pesar de medir 1.68 m y ser talla 8. El compromiso de Alicia también se extiende a su futura familia. Expresó su disposición a apoyar a sus hijos si deciden someterse a cirugía, afirmando: “Si mi hija desea unos senos más grandes y otros aumentos, la acompañaría al cirujano.”