Jennifer Lopez desafía la edad una vez más, apareciendo en la última campaña de Intimissimi como un símbolo de aceptación corporal. La superestrella de 54 años no teme mostrar sus curvas en la sensual lencería color café-nude de la marca, una paleta de colores que halaga todos los tonos de piel.

J.Lo defiende la idea de que la verdadera belleza viene en todas las formas y tamaños. Reconoce abiertamente su amor por las comidas indulgentes y no duda en disfrutarlas ocasionalmente. Sin embargo, enfatiza la importancia del equilibrio.

Para contrarrestar su gusto por las comidas abundantes, J.Lo prioriza un estilo de vida activo. El baile sirve como su arma secreta, quemando calorías extras y manteniéndola energizada. Además, incorpora limpiezas estacionales con batidos para desintoxicar su cuerpo antes del verano, cuando su dieta cambia naturalmente hacia frutas frescas, verduras y mariscos.

La hidratación es otro pilar de la rutina de bienestar de J.Lo. Prioriza beber mucha agua durante el día, apuntando a al menos siete vasos según su entrenador y nutricionista, Dodd Romero.

J.Lo evita los alimentos procesados, optando por un enfoque de “alimentación limpia”. Sus comidas son ricas en vegetales, hierbas, granos enteros y fuentes magras de proteínas como huevos y mariscos.

La frescura es clave: prepara su comida en casa y la lleva consigo al trabajo, asegurando el control sobre los ingredientes y las porciones.