«Su reciente transformación ha dejado a los fans sin palabras»: ¿Puedes adivinar quién es esta actriz?
La delicada y esbelta joven de ojos deslumbrantes —Mischa Barton— alcanzó la fama tras protagonizar la serie The O.C., convirtiéndose en un referente para miles de chicas que querían parecerse a ella. En 2006, su figura etérea, casi de elfo, encajaba perfectamente en los estándares de belleza de aquella época. Algunos medios insinuaban con ironía que Barton padecía anorexia, mientras que otros aseguraban que su extrema delgadez se debía a la bulimia.
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Más allá de las especulaciones, su apariencia frágil era evidente en muchas fotos; aun así, su juventud luminosa parecía compensarlo todo. Sin embargo, la popularidad no le trajo paz. La propia Barton admitió haber tenido problemas con el alcohol y comportamientos impulsivos. Hay que reconocerle algo: pese a sus tropiezos, nunca los convirtió en espectáculo, sino que habló abiertamente de ellos como aprendizajes para su crecimiento personal.
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Reconocer los propios errores ya es admirable, pero transformarlos en una obra audiovisual requiere aún más talento. Hoy, Mischa Barton planea producir una serie documental sobre su vida, marcada por luces y sombras.

Mientras tanto, los paparazzi disfrutan captando imágenes de la “nueva” Mischa, ahora con más curvas, escogiendo siempre los ángulos menos favorecedores. El público critica sin piedad su ropa informal —pantalones cortos anchos, camisetas gastadas— y le dicta cómo “debería” recuperar su antigua figura.

Un vistazo a la madre de la actriz sugiere que aquella delgadez “perfecta” quizás no se sostenía solo con ejercicio y alimentación saludable. Es probable que hubiese detrás un trastorno alimentario acompañado de episodios depresivos, lo que también explicaría los comportamientos autodestructivos que la llevaron a ser catalogada como conflictiva.

No hay que olvidar su ingreso en un centro psiquiátrico y la gran polémica que terminó distanciándola de su madre. Esta, actuando como productora de su hija ya famosa, habría aprovechado la situación para beneficio propio—una traición que Mischa nunca le perdonó.

Hoy, la actriz efectivamente ha ganado peso. Su rostro muestra líneas más suaves, y una barriga visible ha reemplazado la silueta impecable que un día deslumbró en las alfombras rojas. Para muchos, cuesta reconocer en ella a la estrella que antes recibía ovaciones.

En cuanto a su carrera, no está del todo acabada. Hollywood es experto en resurrecciones inesperadas de figuras casi olvidadas. Es muy posible que el papel más importante de Mischa aún esté por llegar. Y teniendo en cuenta que planea filmar una obra sobre su propia vida, quizá incluso se reserve un papel especial.
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