“Todos la envidiaban..”: cómo ha cambiado con los años la chica más famosa del mundo con aspecto de muñeca.
A esta niña muchas personas le tenían envidia, especialmente las madres que deseaban que sus hijas se parecieran un poco a ella. Era una verdadera mini-miss que alcanzó su popularidad gracias a su inusual apariencia de muñeca. Parecía que su vida era maravillosa, pero en realidad no era así, la niña misma no quiere recordar su infancia…
La niña se llama Iden Wood y nació en 2005 en Estados Unidos. A los apenas catorce meses, ya participó en su primer concurso de belleza. En ese momento, apenas estaba dando sus primeros pasos y todavía no había aprendido a hablar.
La madre de la niña consideró que tenía un gran futuro en el negocio del modelaje, y no estaba equivocada, ya que la niña logró ganar un total de 300 concursos. Sin embargo, a los seis años, la niña finalmente terminó su carrera.
Mickey Wood, la madre de la niña, misma le hacía el maquillaje y peinado a su hija. También controlaba todos sus ingresos y gastos, ya que ella era apenas una pequeña y, por supuesto, no podía hacerlo por sí misma. Parece que el principal objetivo de la mujer era el dinero y no la felicidad de su hija.
La gente comenzó a notar que la niña se volvía hiperactiva y tenía manchas rojas en su rostro y cuello. Finalmente, se descubrió que la madre estaba llenando a su pequeña hija de energéticos y suplementos alimenticios para que pudiera soportar su exigente horario de trabajo.
La niña se convirtió en adulta demasiado pronto, a los dos años ya caminaba con tacones, visitaba peluquerías y maquilladores, y recorría todo el país.
Debido a este intenso trabajo, comenzaron a surgir problemas en su sistema cardiovascular, endocrino y digestivo. Resulta que su madre no la alimentaba adecuadamente, sino que solo le daba batidos de proteínas.
Además, se descubrió que la madre de Iden la obligaba a acostumbrarse a procedimientos dolorosos, todo en nombre de la belleza.
La niña ya es adulta y ya no participa en concursos de belleza. Vive una vida normal de adolescente.
Con el paso del tiempo, la niña no ha perdido su belleza. A los quince años, se ve bien incluso sin maquillaje, luciendo natural y hermosa.