Tras 8 años de arduo trabajo, un hombre termina una casa de 530 metros cuadrados tallada en la roca del desierto: ¡Imágenes increíbles!

En 1980, Grant Johnson decidió alejarse del mundo convencional adquiriendo 40 acres de terreno aislado cerca de Boulder, Utah, un lugar que años más tarde pasaría a formar parte del Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante. Movido por el deseo de una vida solitaria y en comunión con la naturaleza, emprendió un proyecto tan inusual como impresionante: construir una casa de 530 metros cuadrados dentro de una cueva natural en pleno desierto. Le tomó ocho años perforar y dinamitar la roca madre para crear la caverna, y luego dedicó años más a moldearla con detalle hasta convertirla en un hogar totalmente habitable. Incluso acondicionó una sala acústica perfecta para tocar su armónica.
La experiencia minera que adquirió durante sus años universitarios fue clave para dar forma a este proyecto poco convencional. Durante 25 años, vivió en una caravana dentro de su propiedad, sin electricidad ni agua corriente, reforzando su vínculo con la naturaleza. Cultivaba su propio alimento y llevaba una vida verdaderamente solitaria. Aunque al principio su idea era una simple vivienda en el cañón, descubrir que podía esculpir la roca lo llevó a asumir el colosal desafío de crear un hogar-cueva, algo que parecía económicamente inalcanzable.
La culminación de su casa-cueva representa el fruto de su constancia, creatividad y esfuerzo. Ideó sistemas para bombear agua desde un estanque cercano y generar electricidad mediante una turbina, logrando así vivir desconectado de las redes convencionales, pero con servicios esenciales. Con el internet satelital como único vínculo con el exterior, Johnson mantuvo su estilo de vida autosuficiente, cultivando su propio huerto y disfrutando de una existencia en armonía con el entorno. Un video que muestra su hogar, publicado en 2020, atrajo millones de visitas y dejó a muchos asombrados por la perfecta integración de la vivienda con el paisaje natural y sus vistas impactantes.
Además de ser su refugio personal, Grant ha abierto las puertas de su hogar a visitantes. Por una tarifa nocturna, viajeros de todo el mundo pueden alquilar una parte de esta pacífica casa subterránea a través de Airbnb. Los huéspedes no solo elogian la belleza del lugar, sino también la hospitalidad de su anfitrión y la experiencia única que ofrece este hogar fuera de lo común. Con este gesto, Johnson transmite su filosofía de “vivir en positivo en un espacio negativo”, inspirando a otros a reconsiderar su relación con el entorno y la forma en que eligen vivir.
El viaje de Grant Johnson, desde habitar una sencilla caravana hasta convertirse en el creador de una asombrosa casa en una cueva del desierto, es una poderosa historia de autosuficiencia y visión artística. Su dedicación para construir un santuario personal y su generosidad al compartirlo con otros reflejan la fuerza del ingenio humano y el profundo vínculo que puede desarrollarse con la naturaleza. Su hogar en la cueva es, sin duda, un ejemplo extraordinario de cómo vivir a tu manera, encontrando paz y propósito en lo más inesperado.