Nunca cuestioné los matrimonios de otras personas. Mi enfoque siempre había sido apoyar a mis amigos, incluso si no entendía completamente sus circunstancias. Así que cuando mi mejor amiga Sophie me pidió un favor una noche de viernes, no dudé en aceptar. Ella y su esposo Derek habían planeado una noche especial para celebrar su aniversario de bodas, pero a última hora, la niñera canceló. Sophie, estresada, recurrió a mí para pedir ayuda. “Por favor, ¿puedes cuidar a los niños solo un par de horas?” me pidió. Acepté encantada: los dos hijos de Sophie, Max y Lily, siempre fueron una alegría para mí, y solo sería por un rato corto.

Cuando llegué a su casa, todo parecía completamente normal. Sophie y Derek estaban vestidos para salir, y los niños ya estaban en pijama, preparándose para dormir. Después de una breve despedida, se fueron, dejándome sola con Max y Lily. La noche comenzó de manera tranquila: Max estaba leyendo, y Lily jugaba en silencio. El ambiente era relajado y acogedor, y yo me sentía a gusto, disfrutando del tiempo con los niños.

Sin embargo, aproximadamente una hora después, recibí un mensaje inesperado de Derek. Pensé que solo sería un mensaje para saber cómo iban las cosas, pero el contenido rápidamente captó mi atención. Derek preguntaba: “¿Cómo te sientes? ¿Cómo va todo con los niños?” Me sorprendió. Era una pregunta extraña, especialmente considerando que Sophie y Derek estaban celebrando su aniversario. Pensé que era solo una consulta amigable, pero luego llegó otro mensaje. “Sé que Sophie a veces puede ser mucho. Siempre está ocupada, y siento que no te ha prestado mucha atención últimamente. Pero, ¿cómo estás tú? ¿Eres feliz? Te mereces más.” Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Esto ya no parecía una simple consulta.

Los mensajes de Derek continuaron, volviéndose cada vez más personales e incómodos. Me hizo un cumplido, diciendo: “Siempre he admirado tu fortaleza, Amanda. Es difícil ver cómo Sophie te da por sentada.” Cuanto más leía, más incómoda me sentía. ¿Estaba Derek coqueteando conmigo? Nunca lo había visto de esa manera. Siempre había sido amable, como un hermano mayor, pero esos mensajes parecían manipulativos, como si estuviera tratando de cruzar límites. Mientras los mensajes seguían llegando, uno de ellos sugería que él podía “cuidarme,” y empecé a sentirme atrapada. Pero antes de que pudiera responder, sonó el timbre. Era Sophie y Derek, regresando antes de lo esperado.

Sophie irradiaba felicidad, completamente ajena a la tensión que se había generado durante la noche. Me agradeció por cuidar a los niños, y yo sonreí, tratando de ocultar mi incomodidad. Mientras ellos se acomodaban, me retiré a la cocina para procesar todo. Estaba hecha un lío: ¿debería contarle a Sophie sobre los mensajes inapropiados de Derek? ¿Debería enfrentar a Derek? Pero no quería arruinar su matrimonio. Al final, decidí guardar silencio, pero esa noche, mientras me acostaba, no pude evitar la sensación de que algo había cambiado. Derek había cruzado una línea, y ahora me quedaba preguntándome si alguna vez podría verlo de la misma manera.