¡Una forma fácil de reparar paredes y cimientos agrietados: un consejo útil para todos!

 ¡Una forma fácil de reparar paredes y cimientos agrietados: un consejo útil para todos!

Mis amigos compraron recientemente un terreno con una pequeña casa y un cobertizo de ladrillo construido alrededor de la década de 1970. Sin embargo, hace unos 20 años, apareció una grieta en una de sus paredes. Los vecinos comentaron que en el cobertizo solían guardar ganado, y los desechos se drenaban a través de una tubería bajo los cimientos. Debido al exceso de humedad, el terreno se expandió en invierno, lo que provocó la grieta. El cobertizo había estado soportando este problema durante muchos años y poco a poco se estaba deteriorando.

Mis amigos tenían varias opciones para lo que hacer con esta estructura. Podían demoler el cobertizo, esperar a que se colapsara por sí solo, o repararlo. Eligieron la tercera opción, y comenzamos la renovación. Primero, limpiamos la base de los cimientos de escombros y vegetación, retiramos el concreto viejo y eliminamos la tubería. Luego, cavamos una zanja alrededor de los cimientos. La profundidad y el ancho de la zanja dependen de muchos factores, pero la regla principal es no cavar más de tres metros para evitar que el edificio se hunda. En nuestro caso, los cimientos eran poco profundos, aproximadamente 35 cm, así que los limpiamos de tierra.

A continuación, comenzamos con el refuerzo. Cortamos varillas de 17 cm de largo, perforamos los cimientos con un taladro y clavamos las varillas a ambos lados de la pared. Colocamos hilos para nivelar y realizamos agujeros adicionales a intervalos de 40 cm, insertando las varillas y colocando refuerzo horizontal. El siguiente paso fue la instalación del encofrado.

Clavamos estacas en las esquinas, tensamos los hilos y aseguramos el resto de los postes. Inicialmente, planeábamos usar tableros de OSB para el encofrado, pero debido al alto costo, usamos paneles de yeso que encontramos en el ático, cubriéndolos con película plástica para protegerlos de la humedad y asegurándolos. Luego, preparamos la mezcla de concreto con la siguiente proporción: una parte de cemento, 2.5 partes de arena y 3.5 partes de grava. Después de verter el concreto, lo compactamos usando herramientas especializadas. Una vez que el concreto se secó, retiramos el encofrado y rellenamos la zanja, compactando cuidadosamente el suelo.

Después de reforzar los cimientos, pasamos a reparar la grieta en la pared. Cada tres filas de ladrillos, retiramos las juntas de mortero viejas con un perforador. Cuanto más largo sea el surco, mejor. Luego, lavamos las grietas y surcos para quitar el polvo y comenzamos a llenarlos con mortero. Llenamos las juntas hasta la mitad, perforamos agujeros para los soportes e insertamos los mismos. Finalmente, sellamos completamente las juntas. La mejor mezcla de mortero para este proceso es en una proporción de 1:4 con un plastificante.

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