Una Mujer Aumentó Mucho de Peso Después de Tres Embarazos: ¡Sus Caderas Triplicaron de Tamaño! Se Arriesgó a Someterse a Cirugía y Ahora No Puede Dejar de Admirar el Resultado.

Ruby, madre de ocho hijos, comenzó a notar cambios significativos en su figura después de su cuarto embarazo. A pesar de sus esfuerzos, incluyendo ejercicio, sus muslos continuaron expandiéndose drásticamente, sin lograr reducirse. Finalmente, tomó la decisión de someterse a una cirugía, la cual la hizo llorar de alegría al ver la transformación en su cuerpo.
A los 39 años, Ruby tiene cinco hijas y tres hijos. Fue diagnosticada con Hipertrofia Adiposa, una rara condición genética que causa un crecimiento excesivo de las células grasas, lo que afecta la circulación de toxinas en el torrente sanguíneo.
Según Ruby, intentó numerosas veces recuperar su cuerpo previo al embarazo sin éxito. “Antes de mis primeros tres embarazos, mi cuerpo estaba normal,” recuerda. Sin embargo, todo cambió después de su cuarto hijo. “No importa cuánto ejercitara, no podía perder peso en mis muslos. Mis caderas seguían igual.”
A pesar de su miedo de toda la vida a la cirugía, Ruby decidió someterse a una liposucción en ambos muslos y una segunda operación para eliminar el exceso de piel. Su cirujana, la Dra. Megan Gruber, se sorprendió por la magnitud de la transformación en sus muslos.
Temerosa pero decidida, Ruby optó por mantenerse despierta durante los procedimientos, recibiendo anestesia antes de la extracción de cuatro litros de grasa. Las cirugías fueron exitosas, y Ruby no pudo contener las lágrimas al ver su nueva figura. Dos meses después, se sintió lo suficientemente segura como para planear su boda con su novio de diez años.
Ahora prosperando y cómoda en su propia piel, Ruby describe esto como un sentimiento que le cambió la vida. “Antes, no podía imaginarme en un vestido. Ahora, después de una década con mi novio, finalmente me voy a casar.”
La nueva felicidad de Ruby con su cuerpo es alentadora, pero el hecho de que enfrentó críticas es desalentador. Los casos de acoso, como el de una niña a la que su vecino le dijo que no usara bikini, todavía ocurren, destacando los desafíos continuos en la aceptación y el respeto por la diversidad corporal.